BELÉN SÁRRAGA

 

Belén Sárraga Hernández (Belén Sárraga de Ferrero, Valladolid, 10 de julio de 1872-Ciudad de México, 9 de septiembre de 1950). Primera mujer afiliada al Partido Republicano Federal, prestigiosa oradora, propagandista anticlerical, escritora y directora de varias publicaciones.
    Nació el 10 de julio de 1872, en pleno Sexenio Democrático, hija de Vicente de Sárraga Rengel, un militar masón de ideas republicanas, natural de Puerto Rico, y de la joven vallisoletana Felisa Hernández Urgón.
    Belén tenía nueve años cuando, en compañía de sus padres y su hermano menor Rafael, viajó a Puerto Rico, donde Belén consiguió el título de maestra, animada por su abuelo Fernando de Sárraga, un conocido pedagogo. En San Juan de Puerto Rico permanecieron hasta 1888, momento en que regresaron a la península, y poco tiempo después el matrimonio se separó, falleció su madre Felisa, y ella y su hermano quedaron al cuidado de la abuela materna cuando su padre se casó de nuevo. Según la profesora Lola Ramos, debido a esta circunstancia Belén se sumió en una fuerte crisis personal, que le llevó a leer a Voltaire, Proudhon, Comte o Fourier, y sobre todo descubriendo a Olimpia de Gouges, Flora Tristán y Louise Michel, tres defensoras de los derechos de las mujeres.
    La vida de Belén cambió cuando conoció al republicano y masón valenciano Emilio Ferrero Balaguer, con quien se trasladaría a Barcelona -junto a su hermano Rafael- y se casarían en 1894.
    Quizá en la universidad de Barcelona estudiando Medicina, el catedrático Odón de Buen, republicano y librepensador, le diera clase en su Curso Preparatorio de las asignaturas de Geología o Zoología. Se dice que este catedrático fue uno de sus referentes ideológicos y por eso participó activamente en las movilizaciones estudiantiles de protesta por la indignante injerencia del Obispado y el Rectorado al prohibir sus libros de textos por considerarlos contrarios a la doctrina cristiana al defender las teoría evolucionistas de Darwin, y su posterior destitución de su Cátedra de Historia Natural en la Universidad por el ministro de Fomento. 
    También se ha dicho que Belén fue discípula de Amalia Domingo Soler, y la verdad es que Belén fue compañera de redacción de Amalia en la revista La Luz del Porvenir, y profesó las ideas espiritistas durante los últimos meses de 1895 y principios de 1896. 
    A falta de que algún día aparezca el año XVI de La Luz del Porvenir (de 17 de mayo de 1894 a 9 de mayo de 1895), que no se encuentra  en ninguna hemeroteca, la primera colaboración conocida de Belén Sárraga en la prensa fue en la célebre Las Dominicales (Madrid) publicando un extenso escrito titulado «¡Pueblo, despierta!» el 23 de noviembre de 1894.
    Dos semanas más tarde, el 7 de diciembre Ángeles López de Ayala publicaba en la misma revista librepensadora una crónica de la inauguración de las escuelas laicas de la Sociedad «Sócrates», de niños y de niñas, que tuvo lugar el 24 del mes pasado y ahí cita por vez primera en la prensa a Belén Sárraga como maestra laica de  la escuela de niñas. En ese acto, Belén ocupaba la tribuna junto a Amalia Domingo Soler, que ostentaba la presidencia del mismo a petición del presidente de la Sociedad «Sócrates», «el señor Costa». Ambas leyeron sendos trabajos ensalzando la enseñanza laica. Casi un año más tarde, en octubre de 1895, volvía a mencionarse su nombre como maestra laica de niñas del Colegio «El Progreso».
    El 14 de junio de 1895, verá publicado su larguísimo poema anticlerical «Cuestión de nombre» en Las Dominicales.  Será su última contribución en meses porque ahora veremos que pronto tendrá un altavoz propio para difundir sus ideas.
    En unión de Amalia Domingo entró en contacto con los librepensadores barceloneses, y el 5 de octubre, en el Círculo Republicano Progresista del barrio de Gracia se celebraba otro mitin librepensador con el mismo fin, donde entre otros oradores que no mencionaban sus nombres, intervinieron Amalia y Belén Sárraga. Era la segunda vez que intervenían juntas.
   
    Después de la suspensión gubernamental de la asociación de librepensadores de Barcelona, Belén Sárraga  se volvió hacia la mujer, y apoyándose en las mujeres espiritistas del círculo de Amalia Domingo Soler, donde entonces militaba, y en Ángeles López de Ayala, se dispuso a organizar de forma autónoma a las mujeres librepensadoras. En febrero de 1896 registraba en el Gobierno Civil la Agrupación Librepensadora de Mujeres de Barcelona. Por este motivo, y por decisión de nuevo del Gobernador civil, Belén Sárraga sufrió su primera detención de una noche y posterior procesamiento.
    En medio de varios actos de la nueva Agrupación (aun pendiente de legalización), decidió fundar un nuevo periódico, La Conciencia Libre, cuyo primer número apareció en Barcelona el 1 de junio de 1896.  Pero el atentado por bomba en la calle Cambios Nuevos al paso de la procesión del Corpus trastocó todos sus planes. La enorme represión que vivió la ciudad de Barcelona hizo que Belén se trasladara precipitadamente a Valencia con su marido, y allí, en plena efervescencia blasquista, no perdió ni un minuto de su vida y creó la Asociación General Femenina, junto a la gaditana Ana Carvia, y siguió publicando el semanario La Conciencia Libre. Las actividades que desarrolló en Valencia fueron impresionantes y frenéticas: se afilió a la masonería en la Logia Severidad con el simbólico de «Justicia» -pronunciando en la ceremonia de iniciación unas significativas y proféticas palabras: «Yo aún no he hecho nada pero lo haré...»-, abrió escuelas laicas, inauguró la primera biblioteca pública valenciana de carácter racionalista y participó en las manifestaciones femeninas de protesta por la guerra de Cuba y por la revisión del proceso de Montjuic. En Valencia conoció su segunda detención y su primer ingreso en la cárcel. En 1899 realizó junto a su marido sus primeras grandes giras propagandistas por España, a veces acompañando en la tribuna a los líderes republicanos Lerroux, Salmerón, Blasco Ibáñez y Soriano. La propagandista compaginó esta actividad desbordante con la llegada al mundo de sus hijos Libertad y Demófilo.
    A comienzos de siglo, el perfil político de Belén de Sárraga ya estaba definido: federalismo, laicismo, obrerismo y feminismo. En Málaga, donde fijó su domicilio, fundó la Federación Malagueña de Sociedades obreras, entidad que llegó a contar con treinta mil asociados en toda la provincia, así como la Sociedad Progresiva Femenina de Málaga. El nacimiento de su tercer hijo, Víctor Volney, no constituyó un freno para sus proyectos. Belén Sárraga de Ferrero —así firmaba sus escritos, siguiendo la costumbre de las mujeres casadas— participó en los Congresos de Librepensadores de Ginebra (1902), Roma (1904), Buenos Aires (1906) y Lisboa (1913), donde promovió importantes declaraciones sobre los derechos femeninos y obtuvo resonantes triunfos personales. Pocos pudieron adivinar al escucharla en Argentina que meses antes había fallecido, con sólo siete años, su hija Libertad.
    El fervor del público, los viajes programados por la masonería y el afecto de los republicanos españoles residentes en Latinoamérica contribuyeron a que encajara el duro golpe. Regresó a España en 1907, y tras una breve y accidentada estancia volvió a América y aceptó la oferta de dirigir el diario El Liberal, en Montevideo (1908-1910).
    Belén de Sárraga permaneció en Latinoamérica durante más de dos décadas, residiendo, sucesivamente, en Montevideo, Buenos Aires y Ciudad de México. Las redes masónicas y librepensadoras facilitaron sus giras doctrinarias, desde el Caribe a la Tierra de Fuego, salpicadas con algunas estancias en Lisboa, donde solía descansar, escribir y participar en las actividades programadas por la Liga Republicana de Mujeres Portuguesas.
    La Asociación de Damas Liberales en Uruguay, los Centros Librepensadores Femeninos «Belén de Sárraga» en varias ciudades de Chile, la Liga Anticlerical Femenina en Ecuador o el Ateneo Mexicano de Mujeres, que ella impulsó, fueron exponentes de un poder femenino emergente basado en la constitución de asociaciones cuyo objetivo era educar, moralizar y secularizar a la sociedad, de acuerdo con los planteamientos de la masonería mixta internacional «El Derecho Humano», orden en la que Belén alcanzó el máximo grado 33.
    Belén de Sárraga colaboró con la Federación de Republicanos Españoles de América, se sumó al movimiento de cambio protagonizado en Chile por algunos líderes radicales y socialistas, como Carlos Rivera y Emilio Recabarren, sustentó la labor política realizada por el presidente uruguayo Batlle en su segundo mandato presidencial, fue amiga personal del Gran Maestre de la masonería portuguesa Magalhaes Lima, conoció al presidente mexicano Francisco I. Madero y colaboró con otros como Obregón y Calles, que reconocieron su labor al frente de la Federación Anticlerical mexicana y en la dirección de la revista Rumbos Nuevos otorgándole carta de ciudadanía y el carnet del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
    Proclamada la Segunda República en España, Belén de Sárraga se instaló en Madrid y declaró nuevamente su fe en los ideales federales situándose, en las disputas que dividía al partido, junto a los partidarios del diputado por Las Palmas José Franchy Roca.
    Aprovechando la gran popularidad que tuvo en tierras malagueñas, en las elecciones generales de 1933 encabezó la candidatura del partido federal por Málaga, no obteniendo el escaño esperado.
    Simultaneó su actividad en la Liga de Derechos del Hombre con varios viajes a México, donde creó el Comité Femenino Interamericano por la Democracia en 1936. Durante la Guerra Civil colaboró con la Asociación de Mujeres Antifascistas y logró reunificar el maltrecho Partido Federal tras la victoria del Frente Popular, alcanzando la vicepresidencia.
    Viuda y con problemas de salud, Belén Sárraga se marchó al exilio en México en abril de 1939. Sobrevivió con una pequeña pensión y algunos trabajos eventuales, asistida por sus amigos mexicanos y sus compañeros del Ateneo federal «Pi y Margall». Falleció el 9 de septiembre de 1950 en Ciudad de México.




Bibliografía disponible en la red:
- M.ª Dolores Ramos, «Belén de Sárraga, una obrera del laicismo, el feminismo y el panamericanismo en el mundo ibérico» (Málaga, 2006). Disponible en:  https://laicismo.org/wp-content/uploads/2016/03/Belen-de-Sarraga-una-obrera-del-laicismo.pdf

- «Belén de Sárraga Hernández», de María Dolores Ramos. Disponible en: http://dbe.rah.es/biografias/49746/belen-de-sarraga-hernandez

- Sylvia Hottinger Craig, «Un contexto para una masona, librepensadora, feminista y republicana: Belén de Sárraga (1872-1950)», en REHMLAC Vol. 5, Nº 1, Mayo-Noviembre 2013, pp. 141-164.  ISSN 1659-4223.  (Disponible en: https://www.academia.edu/5076801/Un_contexto_para_una_masona_librepensadora_feminista_y_republicana_Bel%C3%A9n_de_Sarr%C3%A0ga_1872-1950



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